13 años después del anuncio, malas noticias para los fans de Schwarzenegger y su legendaria saga

Hace trece años, los fanáticos del cine de acción recibieron con entusiasmo el anuncio de que Arnold Schwarzenegger volvería a encarnar a uno de sus personajes más icónicos. Se trataba del regreso a la saga "Terminator", una franquicia que marcó un antes y un después en la carrera del actor austriaco y en la historia del género. Sin embargo, a pesar de las expectativas y de varias entregas posteriores, las noticias recientes apuntan a que el futuro de la serie es, cuanto menos, incierto.

Tras el estreno de "Terminator: Génesis" (2015) y "Terminator: Destino Oscuro" (2019), donde Schwarzenegger retomó su papel del T-800, las cifras en taquilla no acompañaron el esfuerzo: "Destino Oscuro" fue un fracaso comercial, recaudando poco más de 250 millones de dólares frente a un presupuesto de 185 millones, lo que llevó a Paramount y Skydance a replantear el destino de la franquicia. James Cameron, creador de la saga, llegó a declarar que la historia necesitaba un "nuevo enfoque", pero la falta de confirmaciones y la tibia recepción del público han dejado estancada cualquier nueva entrega.

Recientemente, Schwarzenegger confesó en una entrevista que no tiene planes de volver a interpretar al célebre robot asesino: "El capítulo de Terminator está cerrado para mí. Lo di todo y estoy orgulloso, pero todo tiene su final". Sus palabras resonaron con fuerza entre los seguidores que, a través de foros y redes sociales, han expresado su decepción y resignación ante la posibilidad de que la franquicia no vuelva a la gran pantalla en mucho tiempo.

Por ahora, los fans solo pueden revivir las películas clásicas como "Terminator" (1984) y "Terminator 2: El juicio final" (1991), auténticos hitos del cine de ciencia ficción. El futuro de Terminator parece depender de un cambio radical o de una reinvención que, de momento, no figura en los planes de los grandes estudios. Así, una de las sagas más emblemáticas de Hollywood podría haber llegado a su punto final, al menos tal y como la conocemos hoy.