De contratos precarios a oro puro: cómo ‘Siempre hay sol en Filadelfia’ convirtió a sus creadores en millonarios tras siete temporadas
7 de julio de 2025
Una comedia negra, irreverente y nacida con un presupuesto casi inexistente: así surgió el fenómeno ‘Siempre hay sol en Filadelfia’, la serie que desafió todas las expectativas.

Cuando Rob McElhenney, Charlie Day y Glenn Howerton presentaron el piloto de ‘Siempre hay sol en Filadelfia’ (It's Always Sunny in Philadelphia) en 2005, nadie imaginaba el impacto que estaba por venir. La serie arrancó con contratos precarios y un presupuesto para el episodio piloto de apenas 200 dólares, según la propia cadena FX.
Sin embargo, la irreverencia y el humor políticamente incorrecto conquistaron a la audiencia. Para la temporada 7, la serie ya había multiplicado su presupuesto y su base de seguidores. FX reveló en 2012 que la comedia superaba los 2 millones de espectadores por episodio y fue renovada por varias temporadas más, generando millones en ganancias para sus productores y convirtiéndose en la sitcom live-action más longeva de la televisión estadounidense.
Reacciones:
- “Pensábamos que solo duraríamos una temporada, pero la gente se enganchó a nuestra locura”, declaró McElhenney a Rolling Stone en 2020.
¿Cómo pasaron de contratos precarios a la riqueza? Aquí las claves:
1. Control creativo total: los creadores nunca cedieron el control de sus historias.
2. Fidelidad a un humor único: sin miedo a la controversia, mantuvieron su estilo inconfundible.
3. Negociaciones inteligentes: tras el éxito inicial, lograron participación en regalías y derechos internacionales.
En resumen, el caso de ‘Siempre hay sol en Filadelfia’ demuestra que, a veces, la irreverencia (y la paciencia) pueden transformar la precariedad en un fenómeno millonario.