El inesperado impacto de Star Wars: así conquistó también las pistas de baile de los años setenta

Star Wars no solo redefinió la ciencia ficción en la gran pantalla tras su estreno en 1977; también marcó un antes y un después en la música disco. Cuando la película de George Lucas llegó a los cines, su influencia no tardó en extenderse más allá del público cinéfilo: las luces de los sables láser y la estética galáctica saltaron rápidamente a las pistas, impulsadas por la fiebre de la música bailable de la época.

El detonante fue el sencillo 'Star Wars Theme/Cantina Band', una versión disco del tema original de John Williams interpretada por Meco (Dominick Joseph Meco Monardo). Curiosamente, esta adaptación logró superar en ventas al propio soundtrack orquestal de la película. El tema de Meco se convirtió en un fenómeno y alcanzó el número uno del Billboard Hot 100 en octubre de 1977, manteniéndose en la lista durante 25 semanas. Las discotecas de Estados Unidos y Europa vibraron con esta reinterpretación, que supo captar el espíritu festivo de la era disco al tiempo que mantenía el inconfundible sello de la saga galáctica.

El éxito comercial de Meco fue tan grande que incluso superó la popularidad del tema original de la película en algunos mercados. El álbum 'Star Wars and Other Galactic Funk', que contenía el famoso mashup, vendió más de dos millones de copias y fue nominado al Grammy. La combinación de la fiebre por la ciencia ficción y el auge del sonido disco creó un fenómeno cultural que sigue siendo recordado, e incluso versionado, hoy en día. John Williams, el compositor original, llegó a comentar en su momento que “la música pertenece al público, y la versión disco es una prueba de ello”.

Este fenómeno demuestra cómo Star Wars trascendió fronteras artísticas y generacionales. No solo marcó el inicio de una de las franquicias más exitosas de la historia del cine, sino que también supo conectar con los ritmos y tendencias de su tiempo. Las bolas de espejos y los sables láser pueden parecer universos distintos, pero en los años setenta, por unos meses, bailaron al mismo compás.