El lado más triste de las secuelas oficiales de ‘Lilo y Stitch’: así terminaron Lilo y Stitch separados

‘Lilo y Stitch’ siempre será recordada como una de las películas más entrañables de Disney, con esa química irresistible entre una niña hawaiana y su travieso amigo extraterrestre. Sin embargo, lo que muchos fans desconocen es que las secuelas oficiales de la cinta, que arrancaron con ‘Lilo & Stitch 2: Stitch tiene un fallo’ y continuaron en diferentes formatos, tomaron un rumbo mucho más oscuro y melancólico para sus protagonistas.

En ‘Lilo & Stitch 2’, la historia profundiza en la lucha de Stitch por mantener su control y no convertirse en el monstruo que fue diseñado para ser. Pero lo más llamativo ocurre en las siguientes secuelas y en la serie animada: Lilo y Stitch, en contra de lo que todos desearían, terminan separándose. Mientras Stitch se embarca en nuevas aventuras para encontrar y reformar a los experimentos ‘primos’, Lilo tiene que seguir con su vida en Hawái, lo que termina distanciando inevitablemente a ambos personajes.

El golpe más fuerte llega en ‘Stitch!’, la serie japonesa que oficializó este destino: Lilo, ya adolescente, se despide de Stitch porque debe irse a la universidad, dejando al carismático alienígena en manos de otros personajes. La escena de la despedida es desgarradora para los seguidores de la saga, y muchos fans han expresado en redes sociales su decepción ante este final tan agridulce. Los creadores justificaron esta evolución como una forma de permitir el crecimiento de ambos personajes, pero no deja de ser un desenlace difícil de digerir para los nostálgicos.

La historia de Lilo y Stitch ha trascendido generaciones, y sus secuelas oficiales, aunque menos conocidas, ofrecen una visión diferente y más adulta sobre el paso del tiempo y la dificultad de mantener ciertas amistades intactas. “Ohana significa familia, y familia significa que nadie se queda atrás o es olvidado”, decía Lilo en la película original. Pero, como en la vida misma, crecer a veces implica dejar ir, y es un mensaje tan inesperado como conmovedor que dejó una huella imborrable en los fans de Disney.