‘Havoc’: la adrenalina de Gareth Evans eleva la acción criminal a otro nivel
25.04.2025
Un thriller que podría pasar desapercibido encuentra en la dirección de Gareth Evans el impulso necesario para destacar en el género.

En un panorama saturado de películas policiales y de acción, pocas logran sobresalir con autoridad. ‘Havoc’, la nueva apuesta del director galés Gareth Evans, consigue precisamente eso: transformar lo convencional en un espectáculo de adrenalina pura. Evans, conocido por su trabajo en ‘The Raid’, imprime su sello personal en cada persecución, pelea y tiroteo, dotando al filme de una energía singular que lo aleja de los tópicos del género.
La historia de ‘Havoc’ parte de una premisa clásica: un detective debe abrirse paso en los bajos fondos tras una operación fallida, enfrentándose a criminales despiadados y una red de corrupción que amenaza con devorarlo todo. Sin embargo, es en la ejecución donde Evans marca la diferencia. Las coreografías de combate, filmadas con una precisión casi quirúrgica, recuerdan a sus mejores momentos en el cine de acción asiático y permiten que el espectador sienta cada golpe y cada giro inesperado del guion.
No es solo la acción la que brilla. Si bien la narrativa sigue patrones familiares, la puesta en escena y el ritmo vertiginoso mantienen la tensión constante. El director apuesta por secuencias largas y sin cortes evidentes, lo que agrega realismo y espectacularidad. Un detalle llamativo es el uso de la luz y la ambientación urbana, que refuerzan la atmósfera opresiva y sucia del inframundo criminal. En palabras de Evans, “la violencia en pantalla debe sentirse, no solo verse”, un principio que se percibe en cada plano.
Las primeras impresiones del público y la crítica ya apuntan a que ‘Havoc’ podría convertirse en una referencia para los amantes de la acción. En redes sociales, frases como “¡Es lo más intenso que he visto este año!” o comparaciones con clásicos del género se repiten entre los comentarios. Si bien la historia no inventa nada nuevo, la energía y el estilo de Gareth Evans dotan al filme de una identidad propia y lo convierten en una experiencia imperdible para quienes buscan emociones fuertes en la gran pantalla.