Pedro Pascal revela por qué disfruta morir en pantalla y se perfila como el nuevo Sean Bean
11 de mayo de 2025
El actor del momento, famoso por sus papeles en 'The Last of Us' y 'The Mandalorian', confiesa su afición a interpretar personajes con destinos fatales.

Pedro Pascal se ha ganado un lugar destacado en la industria cinematográfica y televisiva, no solo por su carisma sino también por la curiosa frecuencia con la que sus personajes encuentran la muerte. El chileno, que recientemente ha brillado en títulos como 'The Last of Us', 'The Mandalorian' y 'Game of Thrones', ha confesado, con humor y naturalidad, que le fascinan los finales trágicos: “Me matan mucho. Me gusta morir”, expresó en una entrevista reciente, generando comparaciones inevitables con Sean Bean, el actor británico célebre por sus muertes memorables en pantalla.
El historial de Pascal en este sentido es notable. En 'Juego de Tronos', su Oberyn Martell protagonizó una de las muertes más impactantes de la serie, mientras que en 'Kingsman: El círculo de oro' su personaje tampoco logra sobrevivir. Y aunque en 'Narcos' consiguió aguantar más de lo previsto, la sombra de la fatalidad parece acompañarlo de un proyecto a otro. Estas repeticiones han hecho que los fans lo nombren en redes sociales como el “heredero espiritual” de Sean Bean, un actor cuya carrera está marcada por muertes icónicas como la de Boromir en 'El Señor de los Anillos' o Ned Stark en la propia 'Juego de Tronos'.
Más allá de la anécdota, Pascal ha explicado que la intensidad de estos papeles y la oportunidad de dar vida a personajes complejos hasta su último aliento es parte del atractivo: “Morir bien en pantalla es un arte”, comenta. La conciencia de que su personaje puede desaparecer en cualquier momento también añade tensión y emoción a su trabajo. La buena relación de Pascal con la audiencia y su disposición a reírse de sí mismo han hecho que este curioso “récord” se convierta en parte de su encanto personal. Así, cada vez que Pascal aparece en un nuevo proyecto, muchos seguidores se preguntan, entre risas y apuestas, si llegará vivo hasta los créditos finales.