Thierry Fremaux, de Cannes, defiende la fortaleza del cine estadounidense ante el plan arancelario de Trump
13 de mayo de 2025
El delegado general del Festival de Cannes, Thierry Fremaux, se pronuncia sobre el impacto de las políticas comerciales de Trump y el peso indiscutible de Hollywood en la cultura global.

En el marco del Festival de Cannes, Thierry Fremaux ha abordado la preocupación generada por la propuesta arancelaria de Donald Trump que podría afectar la distribución de películas estadounidenses en Europa. Pese al clima de incertidumbre, Fremaux fue tajante al afirmar: “Estados Unidos sigue siendo un gran país para el cine”, defendiendo así la resiliencia de la industria de Hollywood frente a posibles barreras comerciales. Sus declaraciones llegan en un contexto donde el intercambio cultural a través del séptimo arte se ha visto cuestionado por decisiones políticas, pero Fremaux recalcó que el talento y el atractivo de las producciones estadounidenses mantienen su vigencia y poder de convocatoria en todo el mundo.
El directivo destacó que Cannes siempre ha sido un escenario abierto para el cine de todas partes y que la presencia estadounidense en la Croisette es histórica, aludiendo a títulos que han hecho vibrar al público año tras año. “El Festival defiende la diversidad, pero no puede negarse la influencia americana. Siempre hemos celebrado su creatividad”, añadió Fremaux. El debate sobre los aranceles reapareció tras declaraciones de Trump acerca de imponer impuestos a productos culturales, un movimiento que preocupa a distribuidores, productores y cineastas tanto europeos como americanos.
Fremaux también subrayó la importancia de proteger la circulación de películas internacionales para preservar el carácter plural del cine y evitar la polarización cultural. Mientras persista la incertidumbre política, el mundo del cine sigue apostando por el diálogo y la colaboración entre países. Estas palabras, a pocos días del cierre del festival, han sido bien recibidas en redes sociales y por voces de la industria, que ven en Cannes un símbolo de resistencia y celebración del cine sin fronteras. En definitiva, pese a los retos, la cinematografía estadounidense mantiene su lugar central en el mapa global, y Cannes se erige como su gran escaparate europeo.