El insólito primer empleo de Brad Pitt: disfrazado de pollo para promocionar un restaurante

Brad Pitt es uno de los actores más admirados de Hollywood, pero su camino al estrellato estuvo plagado de trabajos poco glamurosos y anécdotas curiosas. Mucho antes de protagonizar éxitos como ‘El club de la pelea’ o ‘Érase una vez en Hollywood’, Pitt se ganó la vida promocionando un restaurante de comida rápida en Los Ángeles, vestido nada menos que de pollo gigante.

El futuro ganador del Oscar recorría las aceras bailando y haciendo piruetas frente a ‘El Pollo Loco’, una conocida cadena, con el objetivo de atraer clientes. A menudo bajo el sol californiano y con una sonrisa forzada, Pitt aprovechaba cualquier oportunidad para practicar sus dotes interpretativas, aunque fuera tras un disfraz de plumas amarillas y pico naranja. En más de una ocasión ha contado, entre risas, que esos trabajos le enseñaron la humildad y la perseverancia necesarias para sobrevivir en la jungla de Hollywood.

La historia se ha convertido en parte del folclore de la industria y suele mencionarse como ejemplo de los inicios modestos de muchas estrellas. Pitt, lejos de avergonzarse, menciona con orgullo este primer empleo cada vez que surge el tema, asegurando que todo esfuerzo valió la pena. ‘Hay que empezar por algún lado, y el mío fue con pico y plumas’, dijo en una entrevista. El actor también aprovechó aquel periodo para acudir a audiciones y clases de interpretación, hasta que poco a poco comenzó a obtener pequeños papeles en la televisión y, finalmente, su gran salto al cine.

Hoy, Brad Pitt es un verdadero icono, pero su historia nos recuerda que incluso las estrellas más grandes han tenido que bailar, literalmente, para llegar a lo más alto.