La arriesgada apuesta de Netflix por la ciencia ficción enfrenta serias dificultades para su secuela: “Que nos venga Dios a ver”
16 de mayo de 2025
El gigante del streaming no logra convencer con su última incursión en la ciencia ficción, y el futuro de la franquicia pende de un hilo.

Netflix no siempre gana en la ruleta de la ciencia ficción, y su último gran proyecto así lo demuestra. Tras una campaña promocional ambiciosa y una inversión millonaria, la película en la que la plataforma había depositado tantas esperanzas ha tenido una acogida más bien fría tanto de la crítica como del público. El título, que aspiraba a iniciar una saga, ha visto truncadas sus posibilidades incluso antes de que se empiecen a escribir los primeros borradores de la secuela. Un miembro del equipo creativo llegó a comentar entre risas y resignación: “Que nos venga Dios a ver”, dejando claro que la continuidad está en entredicho.
La producción apostaba por un universo visualmente impactante y un guion repleto de ideas ambiciosas, pero ni los efectos especiales de última generación ni la dirección lograron salvar el naufragio. A pesar de un arranque prometedor en las primeras 24 horas en la plataforma, el descenso en reproducciones ha sido acusado, y la conversación en redes sociales ha estado dominada por críticas a la falta de originalidad y a los agujeros de guion. Netflix, que últimamente ha reforzado su catálogo de ciencia ficción con títulos como 'El Proyecto Adam' o 'Oxígeno', no ha conseguido repetir el fenómeno global de ‘Stranger Things’ o ‘Black Mirror’.
Las cifras de audiencia, habitualmente celosamente guardadas, no han sido motivo de celebración interna. El ‘buzz’ inicial, alimentado por los avances y un reparto de nombres reconocibles, se ha desinflado ante la decepción de seguidores del género, que esperaban una propuesta a la altura de éxitos cinematográficos recientes. La posibilidad de una secuela, que en otros contextos sería una apuesta segura, ahora se aleja. Netflix no ha hecho comentarios oficiales respecto a una segunda parte, aunque fuentes del sector aseguran que, salvo un milagro, el proyecto no avanzará.
En la historia reciente de la plataforma, no es la primera vez que un proyecto ambicioso se queda en el camino y, probablemente, tampoco será la última. Sin embargo, este traspiés podría hacer que Netflix reconsidere su enfoque en grandes apuestas de ciencia ficción, apostando por propuestas más sólidas y menos dependientes de efectos especiales. Con esta última película, el gigante del streaming confirma que, por mucho presupuesto que se invierta, el éxito nunca está garantizado.