La mexicana que desafió a Disney para cambiar la historia de la Cenicienta: la verdad detrás de sus dos voces
18.04.2025
Pocos conocen la lucha detrás del doblaje latinoamericano de 'La Cenicienta', marcada por el coraje de una actriz mexicana que no permitió ser ignorada por el gigante Disney.

La historia del doblaje latinoamericano de ‘La Cenicienta’ (1950) esconde una batalla digna de un cuento, pero sin hadas madrinas. La protagonista no fue la princesa animada, sino Evangelina Elizondo, actriz y cantante mexicana que se enfrentó a Disney para reclamar un derecho básico: recibir regalías justas por su trabajo. La actriz original había comenzado el doblaje de la cinta, pero tras la disputa con la compañía, fue reemplazada, dando como resultado que ‘La Cenicienta’ tenga dos voces distintas en su versión latinoamericana.
La situación comenzó cuando Elizondo, contratada para poner voz a la princesa, descubrió que Disney no contemplaba el pago de regalías por la grabación. En una época en que los derechos de los actores de doblaje eran prácticamente inexistentes, Elizondo decidió plantarse y exigir una compensación acorde a su labor, negándose a continuar hasta que se llegara a un acuerdo. La respuesta de la compañía fue tajante: buscaron a otra actriz para terminar la cinta. Por ello, la edición original de ‘La Cenicienta’ en español latino alterna entre voces en algunos pasajes, un detalle que sigue sorprendiendo a los fanáticos y coleccionistas hasta hoy.
Este episodio no solo marcó la historia del doblaje en México, sino que sentó las bases para que otros actores exigieran condiciones más justas en la industria. Evangelina Elizondo, recordada también por su trabajo en la Época de Oro del cine mexicano, nunca se arrepintió de su decisión. Años después, llegó a declarar: “Si no luchas por tus derechos, nadie lo hará por ti”. Su ejemplo permitió que las futuras generaciones de intérpretes tuvieran mayor visibilidad y protección frente a los grandes estudios.
La anécdota de la ‘doble Cenicienta’ es hoy un símbolo de resistencia y una muestra de que, incluso en el mágico mundo Disney, hay espacio para las historias de valentía fuera de la pantalla. Gracias a Elizondo, los créditos y las voces del cine animado en español nunca volvieron a ser los mismos.