Mel Gibson revela el motivo personal detrás de ‘La Pasión de Cristo’: “Pensé en saltar por una ventana”
17.04.2025
Lo que llevó a Mel Gibson a dirigir una de las películas más impactantes de su carrera no fue solo una inquietud profesional, sino una experiencia personal límite que transformó su vida.

‘La Pasión de Cristo’ (2004) no solo marcó un antes y un después en la filmografía de Mel Gibson, sino también en la taquilla mundial, recaudando más de 600 millones de dólares pese a su modesto presupuesto. Sin embargo, el origen de esta monumental producción no fue una ambición artística común. Gibson confesó recientemente que la idea de llevar a la gran pantalla la última agonía de Jesús surgió en uno de los momentos más oscuros de su vida: “Estaba pensando en tirarme por la ventana desde un piso 12”, admitió el actor y director en una sincera entrevista.
La fama, la presión mediática y sus propios problemas personales llevaron a Gibson a enfrentar una auténtica “prueba de fuego”. Fue allí, en medio de una profunda crisis, cuando decidió embarcarse en un proyecto que, según él mismo, le permitió encontrar un sentido y canalizar su dolor en arte. El rodaje no estuvo exento de dificultades: Gibson se enfrentó a críticas por la violencia explícita del filme y por su visión, pero la pasión (nunca mejor dicho) con la que defendió su proyecto lo convirtió en un fenómeno cultural.
El actor Jim Caviezel, quien interpretó a Jesús, llegó a describir su experiencia como una de las más exigentes físicamente de su carrera, sufriendo incluso lesiones durante la filmación. La intensidad del rodaje fue tema de conversación durante meses y aún hoy es objeto de análisis en círculos cinéfilos. La cinta, rodada en arameo y latín, fue vista por millones de espectadores en todo el mundo y generó encendidos debates en redes sociales y prensa.
Mel Gibson ha señalado que “La Pasión de Cristo” no solo cambió su vida, sino también la de muchas personas que participaron en el proyecto. Hoy, vista en perspectiva, la película sigue siendo un testimonio de cómo el cine puede nacer de las luchas personales más profundas.