Ryan Coogler revela los secretos detrás de los formatos y relaciones de aspecto en el cine con ‘Sinners’
15.04.2025
El director de ‘Sinners’ ofrece una clase magistral sobre cómo el formato de imagen puede transformar la narrativa de una película.

Ryan Coogler, el visionario detrás de éxitos como ‘Black Panther’ y ‘Creed’, ha decidido compartir con los cinéfilos una lección poco habitual sobre la técnica cinematográfica. Aprovechando el lanzamiento de su nueva película, ‘Sinners’, Coogler se ha sentado frente a las cámaras para desglosar en apenas diez minutos la importancia de los formatos y las relaciones de aspecto en el séptimo arte. Lejos de ser un tema estrictamente técnico, el director demuestra cómo estas decisiones afectan la emoción, la percepción del espectador y, en última instancia, el significado de una escena.
En su explicación, Coogler recorre desde el formato clásico 4:3, que asociamos instintivamente con el cine antiguo o la televisión de los años 50, hasta el imponente 2.39:1, favorito en superproducciones y blockbusters. Según comenta, la elección de un aspecto más cuadrado puede crear una sensación de encierro o claustrofobia: “A veces necesito que el espectador esté atrapado junto a mis personajes, y el formato lo consigue sin que te des cuenta”, explica. Por el contrario, los formatos panorámicos invitan a la grandilocuencia y la épica, ideales para escenas de batalla o paisajes sobrecogedores.
‘Sinners’ utiliza diferentes relaciones de aspecto a lo largo de su metraje, lo que permite jugar con las emociones y expectativas del público. Coogler explica cómo alternar estos formatos no solo tiene un efecto estético, sino que subraya los cambios en la historia, el estado mental de los personajes y los giros del guion. Este acercamiento ha sido elogiado en redes sociales, donde usuarios destacan la claridad y pasión del director al abordar un tema muchas veces incomprendido incluso para los aficionados más fieles.
La lección de Coogler es una invitación a mirar el cine con otros ojos, valorando las decisiones visuales que pasan desapercibidas pero que, en manos expertas, elevan la experiencia. ‘Sinners’, por tanto, se presenta no solo como un film a seguir por su historia, sino también como ejemplo de cómo la técnica puede ser narrativa en sí misma.